Cómo evitar portazos

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Consejos para evitar portazos

Los portazos son ese sonido tan desagradable e inaguantable que muchas puertas emiten a la hora de cerrarse.

Como cerrajeros en Madrid, sabemos que normalmente, suelen ser las puertas principales de acceso a las viviendas o las de los portales de las comunidades de vecinos.

¿Por qué? Cuentan con un mayor peso y grosor que una puerta convencional de las que se instalan en el interior de una casa.

Además, también influye considerablemente el lugar en el que estén ubicadas esas puertas. Si están expuestas a cambios bruscos de temperatura o de humedad pueden sufrir dilataciones y disminuciones según la estación del año en la que nos encontremos.


Evitar daños en la puerta

El sonido en sí que producen estas puertas cuando las cerramos o cuando una corriente de aire provoca la misma acción es muy molesto. Sin embargo, el mayor problema surge cuando esos portazos ocasionan daños en la puerta en general o en algún elemento particular de los que conforman su sistema de cierre.

Estos daños a más de uno le llevan a tener que desembolsar grandes cantidades de dinero de manera inesperada. ¿Qué se puede hacer para evitar llegar a este punto?

Hay una serie de simples rutinas que pueden evitarlo y también puedes colocar unos pequeños elementos en tu puerta que evitarán llegar a grandes problemas.

En Cerrajería Durán llevamos años satisfaciendo a nuestros clientes no sólo solventando sus problemas sino también dándoles una serie de recomendaciones como las siguientes:

  • No hay que descuidarse de las del interior de los hogares que muchas veces sufren las consecuencias de las fuertes ráfagas de aire. Para estas, la primera solución que se le puede pasar a cualquiera por la cabeza, es poner un tope o una cuña para que ninguna corriente aire pueda moverlas. Se trata de una solución instantánea que solo vale para las puertas del interior que, además, desaparecerá en cuanto tenga que quitarse esa cuña.
  • Si realmente quieres poner punto y final a los portazos de las puertas pesadas, puedes colocar exactamente en el punto que entra en contacto con la puerta, un burlete de espuma, de silicona u otro material parecido para que el ruido disminuya considerablemente. Solo hay que asegurarse de ajustar bien el grosor del burlete a la holgura de la puerta.
  • Para evitar esos golpes tan fuertes que suceden, sobre todo en el caso de los portales, la mejor solución es la instalación de unos amortiguadores que permitirán que se cierre suavemente. Este amortiguador debe ser colocado y ajustado por un profesional.
  • Para otros, el problema no son los portazos, sino que las puertas no llegan a cerrarse del todo. Es decir, necesitan un último empujón. Para conseguirlo se puede instalar un cierrapuertas automático que permita regular la velocidad con la que se cierra la puerta y, acto seguido, de forzar el momento del cierre.
  • En el caso de que creas que el origen del problema se encuentra en el resbalón que conforma la cerradura de tu puerta , entonces tendrás que llamar a un cerrajero para que lo sustituya por uno nuevo que se deslice bien y que además sea lo más silencioso posible.

Si finalmente te decantas por colocar un pequeño elemento que sea capaz de impedir los portazos cuenta con Cerrajeros Durán y ellos te asesorarán en todo lo que necesites para solucionar tu problema.


Prueba con unas almohadillas de fieltro

Si el portazo continúa después de ajustar las bisagras, o el problema se debe a la presión del aire o a las brisas cruzadas, prueba con algunas de las almohadillas de fieltro autoadhesivas que se utilizan normalmente para evitar que la decoración raye los muebles.

Basta con pegar unas cuantas almohadillas de fieltro pequeñas a lo largo del borde del marco de la puerta: Coloca una almohadilla en la parte superior e inferior del marco, junto con otras dos almohadillas en la parte superior e inferior de la placa de cierre. Las almohadillas proporcionan la amortiguación suficiente para ralentizar la puerta al cerrarse, evitando el portazo.

Silencio con burletes

Las almohadillas de fieltro pueden no ser suficientes en una puerta pesada, así que prueba con burletes de espuma para proporcionar un sello suave y seguro y amortiguar los sonidos.

Elimina el polvo o la suciedad del borde interior del marco de la puerta, corta un trozo de burlete (como esta cinta de espuma de goma, disponible en Amazon) para que se ajuste a toda la longitud del marco de la puerta, y luego presiónalo en su lugar.

Finalmente. Coloca un cerrador neumático

Si el portazo que da la puerta se oye demasiado cada vez que alguien entra o sale, considera la posibilidad de instalar un cierrapuertas neumático que se encargue de cerrar la puerta.

Estos dispositivos neumáticos se colocan entre el marco y el borde de la puerta y utilizan un pistón lleno de aire para cerrar lentamente la puerta. La mayoría son ajustables, por lo que se puede ralentizar el giro de la puerta lo suficiente como para evitar un portazo.

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